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STORIES

 

En esta sección podéis leer algunos de mis relatos cortos.  Actualizaré con nuevos relatos periódicamente, con lo que no dejéis de echar un vistazo a este espacio, estoy segura de que os va a encantar. Así que ya sabéis, si no disponeis de mucho tiempo para leeros una meganovela o queréis, sencillamente, pasar unos minutos amenos, os dejo mis pequeños tesoros para vuestro total disfrute y entretenimiento. Y, por supuesto, estoy abierta a vuestras sugerencias y comentarios.¡Feliz lectura!

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LOS CALCETINES ROJOS

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Llevaba ya un buen rato buscando el endemoniado calcetín rojo que le había regalado su novia y a la que había prometido ponerselos, al menos durante el rato que duraba la cena de Nochevieja. 

 

Andrea llamó al timbre del apartamento de su novio Eric. Estaba nerviosa, la cena a la que habían invitado tanto a ella como a Eric, era muy importante, estarían por allí los jefazos gordos y seria una oportunidad para que uno de los dos consiguiera el ansiado ascenso. Además ella tenía cierta información que podría ayudarles en su objetivo. 

 

 

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Susana Gomez

Uma y Quentin

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La primera vez que le ví me pareció una especie de bruto… era un hombre tremendamente grande, un gigante. Todo en él destacaba por lo desmedido, sus manos, su cabeza, su boca... 

 

Sin embargo, aquel gigante, lejos de parecer feroz, estaba bendecido por un halo de delicadeza. Mi representante me advirtió que se trataba de un tipo seductor, sin embargo yo, viendo las foto, no podía estar más en desacuerdo. El tipo tenia talento. Tarantino... había visto algunas cintas suyas y cuando menos, no te dejaba indiferente. Escenas duras, lenguaje de suburbio...

 

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Susana Gómez

Jan, el pintor
 

Sus profundos ojos azules se clavaron en los míos dejándome sin aliento durante algunos segundos. Esos ojos recordaban al mar en un día de verano y abarcaban toda la luz y calidez del mundo. 

 

Quise retirar mi mirada por timidez pero resultó imposible. Sus ojos me atraparon y presa de ellos intenté esbozar una leve sonrisa. Lo siguiente que me llamó la atención fue su sonrisa, amplia, franca y blanca como la nieve. Una ojeada mal disimulada por mi parte me descubrió a un hombre alto, fuerte, de complexión atlética y bien parecido. Llevaba el pelo rapado al cero, lo que le confería una apariencia más atractiva, si cabe.

 

 

 

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